lunes, junio 21, 2010

Palabras menores

Descansa el respiro con la impresión exacta de que no hay vuelta atrás. Deshojados los pulmones hirientes, resiste el deseo a imponerse solo, solitario, como soldado de batallas mudas. Y no hay vuelta atrás. Inspiro, aspiro, respiro, inhalo, expiro. Después rezongo. Soy un nene. Rabietas extremas. La fría casa de mis papis, helada de madrugada y asfixiada de tarde me resuena como un disparo lejano. 
Hay guerra, le digo a mi compañero. Hay guerra allá afuera, le repito. Me mira, desolado. Pretende escuchar palabras que no dije. No las escucha, porque no las he dicho.
Me cuenta una historia, con los ojos, con la palma de los ojos mustios me relata su vida. No persisto en entenderla mas que lo que puedo. Me limito a escucharla cuanto puedo, mientras tirito de recuerdos y pienso en la muerte sonriente. Siempre la muerte sonriente.
Años mas tarde, una madrugada vacía cuando los nietos de la vida se hayan hecho hombres, y cuando los hombres se hayan hecho niños de nuevo, caminando por un parque plácido repleto de pastillas de colores pálidos, un disparo allá afuera (afuera) me trajo como un olor a mierda atroz, aquella historia.
Me la trajo como por partes, desmembrada por entregas. Se me aparecieron esos fantasmas que a mi me gusta creer que los imagino. Pero se que no. Me la trajo un disparo confuso. Me la trajo la traición. Como me la trajo, se la llevó. No te la puedo contar. No vale la pena.
-Hay una guerra-, me dijo.
-Me quiero morir-

4 comentarios:

Joti dijo...

ir y volver e ir. una historia de diferentes lugares y momentos. me gusta eso.

saludos

Luc Arrabal dijo...

Gracias Jota. Como siempre (siempre es de vez en cuando) se agradece (asi, impersonal) la lectura.
A veces no se a donde carajo voy con los textos. Simplemente ellos vienen. Los comentarios (de cualquier tipo) me ayudan a leerlos de otra manera, para que no vuelvan para que se vayan o para que se queden por siempre, donde sea.
Gracias por los tuyos entonces. Cuando lo entienda, haré un comentario acorde.
salú.

Joti dijo...

entender es muy difícil. decir lo que se entiende es aún más. pero uno trata y a veces con eso basta

Luc Arrabal dijo...

Creo que lo entendí, ahora leyendo a días (o años) de distancia las cosas.
Si, tal vez tengas razón. Ir, volver e ir es la forma que encuentro para hacer que algun personaje cobra vida en mi por un rato. Como sintiendo un rato la pena que el siente. Es como algo natural, creo. Uno Va, vueleve y después vuelve a ir. Recuerda y concuerda, y se imagina sin palabras el futuro. Todo talvez en una palabra, en una mirada, lo que pasa es que en la vida uno decide a veces hacerse el sota con esas cosas, y ahcer que no recuerda, no concuerda ni imagina. Quizas uno le hace a los personajes lo que uno no quiere que le hagan. Obligarlos a verse ellos mismos yendo y volviendo y/e yendo. Leyendo uno de da cuenta de que volver es triste, e ir inevitable, pero así uno aprende, y se cree que entiende, algo, aunque no lo pueda decir.
Gracias por la lectura, jota.
salù.