viernes, noviembre 01, 2013

Hoy

Hoy no es un día,
son varios los que están tras los vidrios, y nos miran desde afuera.

Hoy no es un momento ni una circunstancia,
no es un tiempo ni una palabra que haga referencia a ningún presente.

Hoy no es el mañana de nadie,
ni es el ayer de ninguno.

Hoy soy yo.

martes, octubre 22, 2013

Vivir

Vivir para qué,
vivir para quién.
Vivir para donde,
vivir para cuando.
Vivir para quienes.
Para lo que se diga.
Para lo que se haga.
Vivir para estar así de muerto.
Vivir para que.
Con la respiración cansada,
con la asfixia que te respira en la nuca
Vivir para contar que cosa.
Vivir para estar mudo.
Vivir para que te digan que estas vivo.
Vivir para esforzarse en ser uno mismo todos los d{ias.
Vivir para levantarse de la cama y sonreirle a una vida.
Vivir para quienes,
para los que están ahi,
dando vueltas,
ahí
apoyando con abrazos.
Ahí, diseminando su afecto.
Para los padres, para los hijos, para los hermanos.
Vivir para los nuestros.
Vivir para mi no es vivir,
vivir para cuando.

sábado, octubre 19, 2013

No quiero

No quiero ser el cielo que miro de noche.
No quiero ser la mañana que duermo de día
ni la madrugada que me desvela
ni  el mediodía que me despierta.

No quiero ser el verano de mi piel,
ni el sol que tanto fastidia,
ni el viento que no sopla hacia ningún lado.

No quiero la palabra que se hace chicle,
la discordia que hiere
la guitarra que ladra.

No quiero la canción que no muerda,
ni el silencio que no ama.

domingo, septiembre 15, 2013

Que este domingo no te agarre desprevenido.
Que no sea lunes todavía, que no sea ahora la pesadilla.
Que no venga la semana a morderme el cansancio,
que no venga la rutina a decirme al oído,
que no queda mas que lunes tras lunes en esta vida y que la melodía aburre por ser repetida.
Que no hay entusiasmo que entusiasme,
que no hay pasión que apasione.
Que este domingo no te agarre desprevenido,
roto el lunes bien roto
por domingo sin saber la angustia.
Mañana es un día para olvidarse de mañana,
Hoy es un día para descifrar la semana,
la fiaca eterna.
La vida obliga.

Los días muertos

Los días muertos se levantan a buscarnos.
Tienen la pesadilla triste de la vida sin sentido.
No saben que cualquier esquina es doblar para cambiar el rumbo, doblar la boca y hacer una sonrisa, al compás del cielo.
Los días muertos tienen escalofríos. No saben de la lluvia que me llueve adentro cuando el sol sale y no vuelve más.
Tal vez haya que soñar con una felicidad que no tenga misterio,
y tocarle la ilusión al día
para que no se muera más.

domingo, septiembre 08, 2013

He

He leído los días viejos.
Los he visto pasearse por mis manos como gotas de mi mismo hechas y derechas.
Los he visto pulular por libros que no abro,
que aguardan en una biblioteca sin fin de dos caminos.
He leído lo que me espera,
Lo he visto pasear del brazo en una plaza.
Lo he visto revolcarse en el futuro.
Lo he visto acercarse y mirarme con su lupa que todo lo agranda.
He leído de todo,
y no he entendido nada.

Sólo la memoria tiene la virtud del recuerdo,
yo  no la tengo.

lunes, julio 22, 2013

Cielo

El cielo no te espera,
te llueve antes en forma de lágrimas.
Te transmite la inmensidad en una mañana de nubes negras
y te hace creer que existe algo enorme e inalcanzable.
Como el amor.

lunes, julio 15, 2013

Inmenso



En la inmensidad me espera un sueño,
de tintas negras y enteras. Nada de medias tintas en ese futuro.
Nada de lo que se hizo, de lo que se ha visto, de lo que se ha dejado.
Nada es lo que está ahora entre estas manos llenas de tinta negra.

En la inmensidad me espera un sueño, saberme héroe de la vida que vivo,
saberme extraño en la vida de los otros.
Si los que quiero tienen la palabra justa, la mirada precisa,
si los que admiro tienen el tiempo eterno, el gesto cálido.
Me pregunto porqué la inmensidad de tintas negras huele a tanto vacío junto,
a tanto ardor en el pecho,
a tanto estómago revuelto.

En la inmensidad me espera un sueño vacío,
porque la realidad que se sueña
es la que se llora
y la vida que se elije
es la que nos busca.

jueves, junio 20, 2013

Invierno



El ruido de la llave en la puerta,
las luces que salen de la habitación,
y el perfume del tiempo que no espera.

La campera que tiene frío
y que se abriga con tu cuerpo.
Colgada del perchero de la vida,
para que la descuelgue un instante
y la vuelva escalofrío.

Porque el invierno no tiene dueño,
abre una mano y abriga con frío.
Porque esa puerta no tiene sueño,
abre la vida y sale a jugar.

jueves, junio 13, 2013

Felicidad.

Cualquier ilusión nos nubla. Nos arrastra.
Somos ilusos de lo obvio.
Somos ilusos de lo increíble.
Cualquier emoción nos clava sueños, nos irrumpe vidas.

Somos felices cuando no escapamos de la trampa de la ilusión.
Un poco felices cuando entre lo cotidiano y lo que nunca viene,
desaparece el fantasma del miedo.
Cualquier ilusión no es mas que miedo que no puede abrazarte lo suficiente
entonces te acaricia,
para que te duermas,
nublado,
y con la sensación de que
no sabemos
ser felices,
como quisieramos.

martes, mayo 28, 2013

Alguien

Nadie puede saber lo que hay detrás de nadie,
somos palabras que escondemos actos,
actos que buscan cómplices
y entre la palabra herida
y la palabra sanada,
aparece la palabra que nos ilumina un rato.

Creemos en palabras hechas y deshechas.
Creemos en actos rectos y directos.
Creemos que podemos saber que hay detrás de cada cosa, de cada alguien.
Pero no podemos pronunciar nuestro nombre
sin herir con el acto
de ser nosotros
los mismos
que no podemos sabernos.
¿Alguien sabe?

lunes, mayo 06, 2013

Pausa

Cuando soy pausa no soy espera,
no soy costado de nadie.

Cuando soy pausa voy tras el tiempo que aún no perdí.

Cuando soy pausa no soy lo que yo quiera.
ni soy excusa para no ser manos.

Cuando soy pausa voy tras los ojos que aún no se mirar.

Cuando soy pausa no soy silencio.

Cuando no sea
decime que habra sido
de tanta quietud.

lunes, abril 29, 2013

Con la frente marchita

Vuelve a ser un viernes entre un día y su noche; un atardecer que no culmina o una mirada que se esconde.
Vuelve a ser un gigante sin tiempo el que tiene tiempo para darnos la palmada que nos empuja, hacia otro día, hacia otra historia.
Vuelve a ser uno el que le da cuerda al reloj de la vida para que se quede sin horas tanto desconcierto.

sábado, abril 06, 2013

Luz sin nombre

Las luces no se apagan,
se escucharía un viento olor alado.
Se escucharía un susurro,
una lluvia indemne.
Se alimentarían los oídos de tiempo nuevo.
Se detendría el terreno que a tus pies vuelve a ser vivo.

Las luces no se cortan,
se escucharía el extraño sentido de la costumbre,
la anomalía del asco,
las entrañas de nadie al aire suelto.

Se nutrirían los deseos de tanto pasado muerto.
Se congelaría la pausa,
se quedaría quieta la tranquilidad.
y se quedaría mudo el silencio.

Las luces no se apagan cuando adentro nuestro hay tanta luz.

Desliz


Se desliza el sol por una espalda que es tobogán de reflejos. Huye de si mismo un poco el tiempo cuando querés atraparlo con las dos manos puestas así en cuenco, juntando el agua que vas a beber cuando la sed te sea única. Huye de si mismo el tiempo que tratas de atrapar como si fueras prisionero vos de el. Como es prisionero el agua de la sed, como es prisionero el día de una vida. Se desliza el sol por todo lo que no resbala y aún así, con los colores a tono y todo, no te queda otra que abrir un ojo, y luego el otro, y darte cuenta de una vez por todas que no todo lo que se desliza es todo, ni todo lo que se atrapa es tuyo.

martes, febrero 19, 2013

Del verbo tener




Tengo que dispararle al silencio una bala de plata que valga la pena de todo su peso en este oro quemado que brilla en la noche.
Tengo que dispararle de pólvora humilde los huesos rotos.
Tengo que dispararle los días de barro,
Tengo que dispararle con senderos que huela a escalofríos, que remonten ideales, que se parezcan a los brazos que ya no tengo.
Tengo que cargar el peso de los cuerpos en un gatillo rancio.
Desoxidar los ayeres y hacerlos mediodía.
Tengo que abrir la recámara y renunciar a la palabra débil,
Tengo que dispararle al silencio una bala de plata que no valga mas que esto.
Tengo que dispararle a la palabra tiempo con lo que no tengo.
Tengo que cargar el peso de las armas que no las carga este diablo.
Tengo que cargar el vientre de esta madrugada y dejarla anochecer.
Tengo que ser la mano, el mango, el gatillo, la mira, la bala, el caño y la pólvora.
Tengo que dispararle al orgullo y ser el viento que ve pasar la carga,
un tren que viaje hacia mañana,
que no se detenga en estaciones
que no sepa de vagones,
que no sepa de caminos.

Que solo sepa que no hay bala sin viento, ni recorrido sin trayecto,
Que solo sepa que tengo que dispararle a los ojos
Para que me sople las palabras
que debo decirle,
antes de que ayer
sea la bala
        que ya ni
        tengo.

miércoles, febrero 13, 2013

Llamada


            Me voy a dormir soñando lágrimas. Me voy a hacer vino blanco de negro desteñido. Amarillo dulce en mis talones. Me voy a dormir con el aliento destemplado.
Esta casa es un sueño vacío. Esta carta fue un sueño despierto. Esta cama es un yo sin los días. Me voy a dormir de vino oscuro. De uvas muertas.
           
            Me voy a dormir sonriendo de lejos.
            Me voy a dormir sonriendo de cerca.
            Me voy a dormir sonriendo de acá.
            Sonriendo de allá.
Una copa de un vino que no existe. No es elixir si no moja las condenas. No es pócima si no alimenta las angustias. Una copa de un vino que no duela.

            Me voy a dormir soñando las gotas que dejan de caer por el vidrio,

            No estoy viendo llover, porque hay un sol amarillo de noche.

            No estoy viendo llover. No estoy viendo.

            Me voy a dormir soñando la espera.

            Me voy a dormir fingiendo la sonrisa.

Para que mañana al despertarme no haya ni parte del sueño que no haya sido en vano.


            Me voy a dormir soñando.

Hubo una vez que no tuve que soñar ninguna causa para este efecto.
Hubo una vez, había.

Hubo una vez en la que no tuve que soñar ninguna casa para este afecto.
Hubo una vez, había.


La libertad tiene a veces el olor a la lluvia. Cae sobre tu cabeza seca, antes de que te moje la tormenta. La libertad sin sol, es una tormenta que no avisa.


Hay que dormirla,

Hay que beberla bien sola para que sepa quien es el que la ha tomado por el cuerpo, y quien la ha dejado respirar sobre este cielo, que no se cansa de llorar.


            Hubo una vez que no tuve ninguna cosa para este defecto.
            Hubo una vez, hubo.

Hay que beberla bien fría para enfermarse de una vez por todas y no despertar más de este sueño que por tonto es pesadilla.

            Me voy a dormir soñando lágrimas. 
Una amistad que suena a escalofrío,
a hermandad intentendida, 
a llamada perdida.




martes, febrero 12, 2013

Dejala ir


           


             Si hay una libertad con olor a encierro,
No te guardes los pedazos de luz para otro día.

Porque de tu oscuridad vendrán los hijos a contarte tus miedos.
Y de tu abrazo saldrán tus flores con pétalos de tiempo.

            Si hay una libertad que huele a cuerpo,
No te gastes en perfumes rancios,
           
Para que el miedo tenga
Su escencia justa,
su voz alerta.

            Si hay una libertad con dolor a hombre
No te elijas por los aires,
Quizás tu nuca nunca sepa que de espaldas a vos,
habrá un tiempo que no espera.

            Si hay una libertad que sabe todo de vos,
dejala libre,
porque ya no es tuya.

domingo, enero 27, 2013

Una Mañana, una




             De este silencio me gusta la libertad que no se toca.
Me gusta recordar que no hubo nunca un yo que sirva para esta hora,
Pero que siempre habrá un instante para que se pueda hacer eterno lo que aún no llega.

            De este silencio me gusta el camino que no veo. Las rutas que no adivino, la certidumbre ociosa de un día que no recordaré nunca. Pero que siempre, a fin de cuentas, volveré a vivir siendo yo otro y siendo vos, otra.

            De este silencio me gusta el olfato de lo indestructible, la esperanza que se riega con las migas del pan que no comimos. Pero que a fin del día, habrán sido los restos de la mañana que viviremos, entre tostadas y copas de vino, que si no se fueron, es porque no embriagan, sino que endulzan.

            De este silencio me gusta la confianza, no esperar a nada, no ser nadie, no ser todo. De este silencio me gustan los gritos, que puedo hacer callar con auriculares de mi mismo en tus oídos. Intentando volver a escucharte en cualquier tono, al menos dos palabras, como poco, y al menos un suspiro, como mucho.

            De este silencio me gusta la música que aún no te escribí, la que irradia sonoridades con revoques de vida. Porque la música que yo quiero no es la que suena en la casa, sino la que construye paredes, abre ventanas y te mira a los ojos, cualquier mañana.

            De este silencio me gusta sacar en limpio que escribo como si te acariciara, y aguardo que esta casa, sea, una mañana, el suspiro que hoy, me callo.

sábado, enero 26, 2013

Canto en llanto

Voy a llorarte los pies,
                   las raíces a los pedacitos de tres árboles,
                   las preguntas a los retoños de dos sílabas
                   las quietudes a los pocos dias que hay para vos.

Voy a llorarte los pies,
                   No puedo preguntarte nada que no puedas contestarte
                   No puedo agradecerte ser nadie que no sepas saberte.
                   Ni puedo creerme la frase que voy a decirte,
                            cuando haya sido un llanto todo lo que ha sido.

Voy a llorarte los pies, porque las manos las tengo llenas con las arrugas de mi cara.
Voy a llorarte sin la sombra de una palabra,
que por frutos dan raíces,
y por hojas tienen la costumbre de escribirte  solas.


Voy a llorarte los párpados, las preguntas calladas, las sílabas únicas. Voy a llorarte los llantos.


Voy a llorarte los pies, porque los ojos los tengo quietos de no mirar lo que ya es mío.
Voy a llorarte sin la sombra de las quietudes,
que por quietas se quedan
solas, y por solas
se mueren tuyas.

Voy a llorarte los pies,
              las raíces a pedacitos de preguntas que no se  hacen, rehechas de madera tierna, de brotes                  echados en hachas que huelen al hambre oxidado.

Voy a llorarte los pies,
              para que camines sin los talones cortados,
              la costra de los días,
              la corteza de las pieles.

Voy a llorarte los pies para que el agua
se haga camino y
la sal espera,
y mi vida,
tuya.

      

sábado, enero 05, 2013

Mañana

Mañana estoy muerto. Hoy no importa. Hoy es una noche fresca que rememora la infancia torpe, los días que no vienen, las bicicletas que atraviesan los recreos. Hoy no importa, es una pantalla vacía, una voz ronca al teléfono mudo, una televisión prendida del silencio de un plato de ravioles de domingo comidos en la soledad de un viernes. Hoy no importa porque la lágrima mas chica que se apiada de tanto odio, no merece ser llorada con la apenas bronca de una pena paria; de una pena padre. Hoy es una noche de garganta muerta, de no decir por quien hemos dejado todo lo que había en esta mesa y servirnos de la costumbre de un viaje en el terreno prohibido de volver de donde no se ha ido, de partir hacia donde nunca se llega, de demorarse en donde la demora se paga con la ausencia. Mañana estoy muerto, hoy no importa. Hoy es una noche que no llega a anochecerse del todo y que una vez amanecida, nadie vendrá a criticarle que de tanta luna pintada se le ha corrido el suelo hacia lo alto y que está mas inalcanzable que nunca, y es una nostalgia la que le aluna la boca de misterio a tanta nada que es hoy la aurora que no llega, el alba que no retorna. Mañana estoy muerto, hoy ya no importa