domingo, junio 27, 2010

Muerte III

"no habrá ninguna igual,
no habrá ninguna"



Se descalza los zapatos detrás del biombo de madera antes de acostarse. Se desprende la blusa azul de un santiamén y en el lapso de otro, ya tiene puesto su atuendo de dormir. Un camisón negro que le cubre desde los tobillos hasta el flaco rostro pálido e iluminado, que le retiene la cabellera negra. Se acurruca al rededor de unas cobijas malolientes de tantos días sin aseo. Espera. Ella ya viene. Le besará la frente como ninguna antes lo ha hecho. Le acariciará los pies helados. Y la abrasara, de brasas y sin brazos, en silencio. Hasta que todo calle.
Femenina. Aquella muerte seductora vendrá a besarla, como ninguna la ha besado.

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