jueves, mayo 31, 2012

Chin Chin

Tres copas de vino se duermen embebidas.
Las detienen de caerse, estrepitosas al piso y quebrarse en llantos, una mesa y tres manos.

Tres manos de vino se durmen embebidas
Las detienen de caerse, frágiles en baldosas y fracasar en heridas, cuatro patas y tres codos.

Tres codos de vino se apoyan enseguida.
Los sostiene de esconderse , doblados en abrazos y demorarse en flaquezas, esa luz y estos brazos.

Una luz devino y les iluminó los dientes. Chirriaron de brindis, los paladares.

Saborear lo oscuro no es brindar chocando vidrios.
Reirse a las copas no es cumplir deseos.

Tomarse las copas no es tomarse la mano
Chocarse los codos no es chocarse los labios
Brindar por la vida no es brindarla.

Hay que romper los mitos para que los dientes te brinden a la boca lo que los labios partidos de deseos 
no le dicen a las copas que por no tomar de las manos y no dejar que estallen, nunca habrán sido polvo de un vidrio que no has mordido.
Hay que romper los vidrios y brindarse en pedazos, 
para que no haya deseo que no quiera cumplirse,
una vez roto
quien lo contiene.

lunes, mayo 28, 2012

Cielo


A
                        ésta luna le duelen los ojos,
                                   No quiere ni mirarte.
                                   De sus pupilas brotan mares, secos.
                                   A través de sus pestañas maquilladas, se escapan los sollozos.
                                  
                                   Tiene que pintarse de luz los rayos para mirar con cara nueva,
                                   Luna nueva, Luna triste.

                                   A
ésta luna le duelen las manos
                                   No quiere ni agarrarte.
                                   De sus dedos cuelgan hilos, rotos.
                                   A través de sus nudillos de piedra, se escapan los golpes.
                                   Luna llena, Luna bronca.

                                   A
ésta luna le cuelgan los brazos.
                                   No quiere ni abrazarte.
                                   De sus codos suelta remos, solos.
                                   A través de sus hombros alzados, se le cuelgan los botes.

                                   Luna a medias, Luna seca.
                                  
                                   A
                                   ésta luna le sobra alguien,

                                   A
                                   Ésta luna le falta mucho
                                    cielo.

domingo, mayo 27, 2012

So frito



(Detrás de cada nombre, 
siempre hay una gran palabra)



Soy esa palabra zonza que no huelga nunca.
De cualquier nuca a degüello salgo a rastrear un oídp
de cualquier parva de ausencias me arrastro hasta dar con la huella,
de cualquier vida que vivo, de cualquier bolsillo que rasco,
de cualquier libro que rasgo, de cualquier asco que tengo.

Soy esa palabra hueca que calla al nunca.
Desde alguna cicatriz que no es actriz ni diva,
desde alguna carcajada , desde cualquier vida mía,
desde alguna rabia, desde algún modo o de cualquier modo.

Soy esa especie en extinción que se extingue hasta que la vida vuelva,
Hasta que fracase lo que no ha sido, hasta que se evapore el fraude de la risa falsa.
Hasta que venga yo, pero con nadie a cuestas y no cueste escucharme, ni se diga otra cosa.

Hacia donde llego he ido, antes de otro verbo sin imagen, 
Dirijo  la cabeza que piensa, sostengo el horizonte al que no se ha dormido
Voy hacia donde me llamen, no pregunto ni escribo. .

Soy palabra descalza, hueca y esclava.
Sin mas importancia que lo previo que ya ha sido.
Me has leído una y mil veces y si aún no lo has notado:

No soy el adjetivo que le pone posiciones a tus modos,
Nunca fui el sujeto que le sustantiva la patria a la conciencia de otras voces,
a veces quise, para ser según dicen, más mujer 
disfrazarme de artículo que se define por un hombre.
Pero es en vano, a mi nadie me nombra, 
me dicen, si,  pero no vivo en sus bocas.
no soy palabra luz, sino palabra sombra

No soy pro hombre de las frases que se te vienen a la cabeza,
Me siento en los hombros de una cabeza que mira a la palabra desde abajo.
Me subo sola y vuelo ciega
me antepongo hacia cualquier luz que brille,
me posiciono atenta hasta que me mimen.

Sufro un poco del costado ese desde que siempre te alumbro,
no me dirijo a ningún sitio. 

Soy sólo un destino.

Para cuando me busques 
me habré ido a, 
ante,
bajo,
contra,
de,
en, 
desde,
hasta, 
hacia,
para, 
por,
según, 
sin,
so, 
sobre, 
tras, 

tuyo.

Nosotros muchos

"Todos los del pueblo eran así. 
Apenas llegaban y ya estaban pensando en la vuelta."
Haroldo Conti, 
Perdido, 
Con otra gente (1967)

Esta vez me tocó perderme a mí. Hacía rato que no pasaba por esto. Tuve que caminar hasta acá para darme cuenta que no basta con caminar para hallarse. Hay mucha gente acá, tanta gente...:  un hombre de boina, una mujer de anteojos, un pibe con auriculares, un nenito con un globo, que se le escapa de la mano y casi lo pierde, justito. Todos van, uno al lado del otro, disimulando que no saben donde están. Podrían estar en un shopping o en una estación o en parque de diversiones. Pero no están en ninguno de esos lugares. Si les preguntara, me contestarían con certeza. Es decir me darían una respuesta certera, cada uno, una diferente respuesta a la certeza.
¿Pero de que sirve la certeza si se utiliza solo para perder la incertidumbre?

¿De qué sirve la certidumbre si no es más que la costumbre de no buscar más aquello que perdimos? Nosotros y muchos.

sábado, mayo 19, 2012

Lo que cuenta mamá











No supo cómo. El pibe que le guiñó el ojo en el asalto del otro día ese día estaba sacandosé los pantalones y ella le miraba el culo blanco en el espejo de la pieza de atrás. Su mamá estaba de viaje y su papá no estaba en casa. El pibe que se dejaba los bigotitos para parecer más grande tenía la nariz bien fea. Debería tener el bigote más grande para que no se le note lo fea que era. La camisa no estaba mal. Era más blanca que la piel. Era escuálido. Cualquier romanticismo que ella hubiera esperado de aquella tarde había desaparecido ya hacía dos botones. 
El tipo la fue a buscar con pose de James Dean, y se tropezó con la cómoda porque se había sacado los lentes y no veía nada. Terminó en el piso con la pata partida por la pata de la cómoda. Ella, incómoda le fue a agarrar la rodilla para ver si le sangraba. Lo incómodo fue darse cuenta de que era lo que había agarrado. Porque estaba medio oscuro. Y no fue sangre lo que salió de la hinchazón y no fue la pata de la cómoda lo que su mano aferraba y no podía largar. No era su nariz tan fea ahora que estaba tirado el pibe, pobre el pibe. Pobre no, fue de dolor que gritaba él. Eso cuenta mamá cuando le preguntas si duele, nena, vas a ver, preguntale.



















sábado, mayo 05, 2012

Pérdida


              Una guía Filcar toda mamarracheada le indicó que ése cuadradito relleno era una plaza. La avenida se veía geométricamente dispuesta, terminando en ventanitas que se asemejaban a ladrillos a la vista. La geografía del cielo no puede ser descrita con líneas rectas. Se sentó y observó que la luna todavía no se había ido o que recién había llegado. Era la tarde que le seguía a una mañana común y corriente. Había caminado horas sin decir una palabra. Atravesó parques, glorietas y puentes.

           Redescubrió pasajes, arboledas y pasos a nivel. Cada trazo de la hoja era volver a dibujarse. Cada huella que se perdía era garabatear y dar de nuevo. La geografía de mi tierra no puede ser entendida en una hoja. Necesito  toda una vida para escribirla.

martes, mayo 01, 2012

Hiede



«Ni siquiera durante los últimos meses de mamá  cambiaron las costumbres, aunque poca importancia tuvieran ya.»
La salud de los enfermos, Julio Cortázar.



Huele el repugnante aroma a la carne cruda a punto de pudrirse. Huele bien, hay que dejar que se te escape ni una gota de aire por orificios que no sean tus narices. Huélelo  bien y disfrútalo. Si en algún momento de debilidad, o de distracción, sobrevienen las náuseas, no vomites. Huelelo bien por todo hueco que se precie.
Así olerás cuando nada más te importe.