jueves, marzo 10, 2005

Comienzos

Dejé de sentir tu piel, tus ojos blancos. Hacía firío, claro. Siempre frío. Y detrás del frío, te escuchaba reirte. Con miedo. Y pensaba. Una pitada en el medio del espanto. Tranquila vida. No, después. Ahora abrazame que hace rato que no te huelo los párpados cansados. No, claro, vos sabés. Hace frío. La soledad tiene sus vueltas, sus contramarchas. Si a veces me parece caminar por las puertas de los zaguanes como si fuera un pibe, peinado a la gomina, camisa y cortos, olor a almizcle. Bodegón, viste? Tinto en lo de Cholo. Damajuana. Si hasta a veces me parece escucharte cantar desde la ducha. La voz suavecita de la Edith Piaf de Almagro Oeste, barrio silosay. Rubia. Seguro que rubia ella, y vos escuchando la risa muerta de mi madrugada. Porque caminar en voz baja. Porque caminar con vos, alta. De la mano vieja, del brazo de la noche.
Dejé de saber si te quedáste sola escuchando unos viejos discos, encerrada en tu casita. Cuando me avisaron, cuando me contaron, me dijeron me insinuaron que vaya a verte, me quedé pálido, sólido.
Lo que pasa es que la primavera no es mi juego (eso deberían saberlo los que me llamaron). No pasa más de una noche sin que la vista se me haga invierno, los párpados, los pies.
Me dijiste algo. Caminábamos, ni se de que hablámos. A quien le importa. El lenguje verbal es secundario cuando el corporal te aprieta el espíritu y te lo hace trizas.Me apretás la espalda con tu mano chiquita, chiquita. Por la espalda un tipo grita, te das vuelta. Girás la cabeza. Lo mirás. Bocanada tuya, muy tuya. Me decís algo, (no entiendo y te miro) que te suena el tipo de sombrero. ¿De donde? Ni idea che. Mi cabeza no es un cenicero. No guardo cenizas de recuerdos por todos lados. ¿La tuya? No sé. ¿de que estás hablando? Hace frío. No importa.Te quedás pensando. En una de esas, la noche se acorta y amanecemos sólos, cada uno en su olvido mutuo. Cada uno en su silencio oscuro.

Lo que pasó con Clara va y viene. Pasa con Clara, con Sofía. Con sorna. Pasa. De última, no es todo lo mismo? ¿que le vas a decir? Que te confundiste el nombre? Para qué? Habitación-colchón-almohada.Una sonrisa que araña el asco de la baba y después a esperar el domingo porque la pesadilla no sabe de interrupciones que duren mas que la conquista y la repulsa.
¿Porque terminar solo después de estar solo?
El tipo me mira. De algún lado lo tengo. Vuelvo a casa a escribir como un bestia. No me escapo. Escribo. Me escribo Me cuento que no estuve.Que la película se termina, que la chicana es la de siempre. Me cuento en la Rémington las rítmicas apócrifas de la lengua castellana.-tacatatacatacatacata-. Y no encuentro nada.-tacatacatacataca Nada.tacatá
Porque a fin de cuentas se trata de rebucear en algun recuerdo que me escupa de golpe hacia mi casa natal, hacia mi vieja, hacia María, hacia mis primos del sur, hacia mi norte, hacia mi barrio. Como no dejar de ser yo mismo si me abalanzo sobre la Rémington negra de mi viejo cuando no quiero pensar en ella. Y de la cosa blanca y muerta me traslado a la madera y al metal del tic tic sobrio de la ventana de Nuñez, al lado del taller de mi viejo. Y dale que te dale. Y todo se aclara.- tacatacatata-tacatá
¿que me importa cuando carajo me mudé a Tigre? No me acuerdo. Ni me interesa. Te das vuelta. La madrugada se hace espía de la nostalgia y gatilla el gesto puro de la sombra, de la ojera infame de la trasnoche sabia. Y destroza, pesadilla a fuerza de fueye negro muerto. Y trasnocha tu noche sola tu noche sola.Caminás y a mitad de cuadra de vuelta el tipo. Puta madre!, de nuevo el tipo. Recién salido del boliche. Meneás la cabeza deslizando tu boca suave por mi hombro. Tenés sueño: no decis nada: no decís. No me animo a decirte tu nombre porque no me acuerdo. Vá y viene, va y viene. De golpe me acuerdo. Aparece tu cara blanca en el medio de la nada. Bocinazo. Adoquines.¿querés sentarte a tomar una café, Clara?Claro, dijiste.
Ahí empezó todo.

(2005)

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