jueves, marzo 31, 2005

La casa (1999)

Las niñeces extraviadas de temores, provistas de dedos entre los dientes, para morder el tacto extraño que se hace invisible. Los juegos con los chicos, los otros nenes que como yo andaban por mundos extravaviados creyendo estar perdido en el mismo mundo. Las inútiles pautas de unos maestros si lengua y sin pulgas, las consignas intrepidas de los creativos de siempre, la gente la familia, los amigos que nunca fueron, Las ideas del mañana, ( que es ahora), las libertades que no son. A veces parece simple volver a todo eso, tarde o temprano me doy cuenta que eso en verdad no existe y que uno nunca fue lo que se cree que fue. La casa me esperaba.

Algunas cosas parecen confundirse solamente, entre si al pensar en ellas. Los atardeceres rodeados de gente, los mediodías entre parques solitarios, las noches que sin sentido se iban haciendo desiertas. Algunas costumbres se me pierden de vista , ensoñando las cuestiones futuras con anhelos de vida. Nunca logro recordar demasiado precisamente cuando fue que conoci a aquella gente, que hoy estaba alrededor, las fechas parecen calles recorridas que nunca se cruzan, calles paralelas sin esquinas; los dias remotos, se vuelven ansiados, las cosas viejas parecen no llegar nunca. Algunas de esas tardes las canciones se vuelven nada, escritas en las paredes aledaneas a mi vida. Los rostros que solia extrañar ahora parecen ser lugares comunes que me extrañan demasiado. Pretendo de vez en cuando comenzar a ver como puedo mirar mas atrás de lo que recuerdo. Ver todo como era antes de que yo sea asi. Los habitos de siempre se me nublan con las cuestiones actuales, pereciera que nunca sabré que era yo antes de ser esto que soy ahora, esto en lo que me han transformado, sin querer.

Se acercaba despacio, ella, con su sombrero estrafalario y su serie de palabras de siempre. Yo estaba sentado, mirando los papeles extraños que solia guardar hace tiempo. Estaba concentrado, tratando de ver en cada papel una imagen nueva de lo que habia sido, (de lo que nunca fui). Habia inscripciones, dibujos, rayas, textos reconocibles, nombres reconocibles, cosas antiguas, todas cosas antiguas que acontecieron sin recelos. La vi venir a ella, con sus pasos con estirpe de la locura envidiable. Oli su perfume sereno a mi lado.
-Seguís con eso- me preguntó de repente.
No le rspondí, la miré por sobre los papeles que cubrian casi toda mi vista, y seguí buscando nombres en aquellos papeles extraños.
-Te llamaron- , me dijo resignada.Te llamaron para que vayas a buscar tus cosas a no se que lugar, de no se que institución. Te llamaron varias veces, pero quieren hablar con vos, no dejaron datos, no dejaron nada. Algun día me vas a explicar algo?-

- No se, no se, probablemente nunca entiendas demasiado de que se trata todo esto, no se si vale la pena que te explique que es lo que estoy buscando; tampoco se si quiero que lo sepas o no- le contesté sin sacar los ojos de encima de los papeles. ¿Qué dijeron además de eso, dijeron algo de la casa?
-Dijeron...lo que ya te dije.Ya te dije, dijeron que podias pasar a buscar las cosas por ese lugar. No hablaron de ninguna casa, no se quién era, no entiendo nada. Vos no aclarás demasiado las cosas como para que yo entienda, Tampoco no?”

La miré, la miré fijo, las cosas eran dificiles para mi, al parecer se habia cansado de no entender que era lo que pasaba, pense en el moodo de explicarle, cuan confusa era la realidad para mi, cuantas cosas habian ocurrido en el medio de los viajes, cuantas habitaciones vacias existían en realidad; sin embargo, no encontre las palabras para explicarle el fin de mi busqueda incansable. Seguía mirandola y admirando su torpe paciencia para conmigo. Empezé a rastrear los lugares donde habia avistado aquella razon que me hacia no perderla, empeze a buscar en sus ojos, los lugares que mis recuerdos no me daban, pero no los encontre, no los encontre. Una vez mas me rendía ante la costumbre de no entender que era lo que pasaba. No podia ni siquiera pedir explicaciones, la mujer que tenia enfrente, entendia menos que yo, y quizás huya si sabe que yo no entiendo.,
Baje la vista, fingiendo que leía, se me nublaron los ojos de golpe, por dentro me chorreaba la sensacion de que nadie entendería nunca que era lo que yo estaba buscando.
“Ya vas a entender, le dije, en voz baja “ya vas a entender, cuando sea el momento, entenderas sin que yo te explique nada.” La escuche suspirar, y se fue yendo por donde vino, golpeando en cada paso la frustracion de los dias inexplicables. Mañana la vere de vuelta, mañana hablaremos de nuevo.


Obviamente aquellos papeles no aportaban nada a mi busqueda. Hacía horas que me hallaba en aquel lugar intentando recopilar imágenes, pero no podía siquiera ser consciente de que habia ocurrido ayer. Junté los papeles entonces y salí de aquel lugar, tenia ganas de aclararle a ella algunas cosas, pero no sabia por donde empezar.La casa es un buen sitio, pensé. La casa me esperaba, vacía, ajena.Suya.

Luciano Galizia, Buenos Aires, milnovescientosnoventaitantos





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