viernes, marzo 30, 2012

La noche de los tiempos III

"Hacé de cuenta que estuve navegando,
es casi lo mismo solo cambia el paisaje
abajo el mar que nunca se ve
arriba el cielo el cielo raso..."
Mirta de Regreso.


Guiaban a los viajeros dos estrellas pálidas y mil otras sombras depositadas en el cielo. No había otra cosa que los agarrara a la tierra mas que tres miseros puntitos desperdigados en la infinitud y tal vez (solo talvez) un intrumento que les daba sentido a los puntos, dando sentido y dirección a su viaje. No había luna que los regara de cielo bajo ninguno de los miles de horizontes que ante sus ojos despegaban. No estaban perdidos, llegarían algún dia a algun destino.  Mientras tanto, no había derrotero que les enseñara que rostro verían mañana cuando hayan encallado en tierras incognitas. No había certidumbre alguna sobre esa tierra cercana, sólo de los puntos que desde el infinito eran sus soles de noche.

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