" Si es preciso, volaré por los aires.
Alcanzarte, es un camino.
Perderte, un gran desaire.
Si me estoy imaginando que la noche no me alcanza para imaginarte,
entonces estaré sabiendo que no tengo tiempo aún para mirarte,
ya de noche o de víspera.
No tendré tiempo ni
Porque a veces el tiempo es lo que quiero que sea. Mi edificio, mi marea.
entonces estaré sabiendo que no tengo casa para mirarte, ni baldío para arroparte
ya de noche o de suerte.
Porque a veces la suerte es esa noche que descansa encima nuestro,
y nos cobija ella sola,
como el aire cobija las nubes
como las nubes cobijan el agua
como el agua cobija tus ojos.
Que luego de mirarte,
arropan lágrimas,
Que si es preciso, las volare por los aires."
sábado, mayo 28, 2005
viernes, mayo 27, 2005
Plata
Un deseo, dos caras. Un filo. Un vaso vacío y un río.
Tres llamadas, una vuelta, dos pasos, cuatro cuadras.
Secreto mejor guardado que cofre que ha muerto.
Instante que no ha mirado lo que pasa adentro.
Marathón de golpe en el Río de la plata.
Dos deseos, una cara. Dos filos.No hay vaso, ni río ni.
Tres llamadas, una vuelta, dos pasos, cuatro cuadras.
Secreto mejor guardado que cofre que ha muerto.
Instante que no ha mirado lo que pasa adentro.
Marathón de golpe en el Río de la plata.
Dos deseos, una cara. Dos filos.No hay vaso, ni río ni.
Titubeo I
Desalojo de cuerpo ajeno.Feriado de corazón en trizas. Respeto por los pedazos de vidrio que quedan en la acera. Silencio el de sus botas taconenado, casi de prisa haciendo eco, retumbando, acelerando el paso, hasta perderse, en agudo letargo. Sinecdoque muerta. Muerto el todo, muerta la parte. Muerto el perro, no ladra. Disimulo de un pucho con olor a alguien que hace rato que no beso. Baldía la espera, ayuno el compromiso. Víspera de tren en marcha, atisbo de silbato, afrenta de barrera baja. Corralón, anden y migaja. Pase, boleto y abonos.Esperanza de puerta abierta de par en par. Soliloquio de otra vía. Solipsismo de garúa o de noche negra. Arrebato de palabras, ventisca en el rostro, silencio de sus pasos lentos. Vislumbre de golpes en la puesta, anticipo de luz apagada, esperanza de un libro dormido en el respaldo de la cama. Vacía la casa. ¿Se acabo la rabia? Huelgan las voces. Silencio el de llegar a casa.
jueves, mayo 26, 2005
Deshago melodías, a domicilio, todos los días, los que usted quiera, señora, señor. Las veinticuatro otras horas en que el tercer planeta conocido por la humanidad se enfrenta a dar vueltas alrededor de si mismo, yo hago lo mismo, termino girando alrededor de algo. La tierra sobre su eje, yo a veces sobre el mío, a veces no. Deshilo ejes de hilanderas a veces, y voy salgo despedido agarrado de la madeja, por fuerza centrífuga.
miércoles, mayo 25, 2005
Encierro
" Este encierro es inimaginable. No encuentro melodía en mi silbido para poder describirlo, ni encuentro palabras porque ya he dejado de usarlas. Tampobo encuentro órgano con el que pronunciarlas u órganos con los cuales pueda percibirla. Tampoco encuentro cuerpo que albergue dichos órganos.Este encierro es inimaginable".
martes, mayo 24, 2005
A veces parece cierto, eso que sueño, eso que se presenta como una manifestación de odio, hijo de los laberintos, edredones de rufianes, guardias a los costados del imperio, la piedra que bebe el agua de luna de noche fria de desierto muerto.
Otras veces, las menos. Todo parece no sólo no ser cierto, sino parecer ajeno, extrvagante, extraviado, de otra persona, de otra historia. Los laberintos son entonces ya no esas construcciones edilicias con fines lúdicos o carcelarios, o sádicos, o tributarios, o de sacrificio, sino las obsesiones mas puras por hacer de la piedra un cuerpo del desierto una sábana y de la luna el agua que se bebe a si misma, en otro cuerpo, que ya no es el mío, porque como dije, esas veces, las menos, eso que sueño me es ajeno.
Otras veces, las menos. Todo parece no sólo no ser cierto, sino parecer ajeno, extrvagante, extraviado, de otra persona, de otra historia. Los laberintos son entonces ya no esas construcciones edilicias con fines lúdicos o carcelarios, o sádicos, o tributarios, o de sacrificio, sino las obsesiones mas puras por hacer de la piedra un cuerpo del desierto una sábana y de la luna el agua que se bebe a si misma, en otro cuerpo, que ya no es el mío, porque como dije, esas veces, las menos, eso que sueño me es ajeno.
sábado, mayo 21, 2005
Síntoma
Sintonía fina. Monofonía.Cacófono rey, Momo, sonido que anida.
Escuchar. Al otro lado, el lado helado, gélido mélodo, desechar.
Seco y seco un par de notas tuertas, en el tambor de parche roto.
Palma y palma, al otro lado la calma, atónita de risa, espicha.
Suerte de fusa solita y esporádica, una sola nota sólo. En el parche.
Escucho el cuero el plastico, el cuerpo envuelto de ruido.
Y dejo de mirar, sólo leo la fusa. Ya no hay parche que calme, la dicha.
Asco
A la hora del asco, de ese asco que se percibe de a poco en las tripas, desde el extremo inferior del abdoben, pasado por el fundus del estómago, y quizás hasta la parte superir de la laringe, y que provoca a veces ganas de vaciar todo el contenido, prefiero no vomitar. Por algunas razones que fui aprendiendo con los años, o quizas con las vergüenzas, o las náuseas, prefiero guardarme el asco para mas tarde. No ya como un rumiante exorcisado en la pradera, ni como un autofago ser de sus propias pulgas, sino mas bien como un deseo incondicional a no perder lo que es propio, lo que se ha gestado en el interior de mi cuerpo, lo que he saboreado con el paladar y con la lengua. Es cierto que la sensación de vacío y de tranquilidad posterior a la nausea, y posterior al acto de devolver, es placentera, de golpe ese vacío parece permitir reconocer en el propio cuerpo que nos sobraba algo, que el estómago quiere expulsar. No hablo de productos de borracheras y de estomagos sensibles al vino o la las sustancias grasosas que el hígado no soporta. Hablo de la nausea propia del asco, propia de los nervios, propia de no querer que ese alimento esté en ese lugar. Quizás como desvirtuación burguesa de la preferencia de una comida sobre otra y quizas por la confusión entre los vocablos "hambre" y la denominación de apetito para un deseo. No tengo claro de que asco hablo. Pero tengo claro que a veces lo siento. No ahora, claro, sino no podría estar escribiendo, pero muchas veces lo siento.
jueves, mayo 19, 2005
Despanzurrada la forma retrata la vida que pasa y que deja.
Le hacen hacer muecas, la corren de costado, le estiran los brazos,
como si tuviera sueño.
¿Es una alfombra ahora la forma que todos la pisan mientras ella baila desde su tierra?
Es tal vez una alfombra que ya no vuela. O un simulacro de taparrabos descuidado.
La pisotean cada tanto, se arruga, esgrime una sonrisa. Parece vieja.
Quizas lo sea, y no lo sepa.
La forma se hace vieja, y pas de alfombra aseñora vieja canosa y chiquitita,
que teje en una silla pequeña como ella y sus agujas son sus manos,
y su tejido es ella. Nudo tras nudo,punto tras punto. Se teje la forma, a ella misma.
Ya no está despanzurrada, ahora tiene aspecto ordenado, limpio,
desde que esta en la silla, ya no la pisotean.
Le hacen hacer muecas, la corren de costado, le estiran los brazos,
como si tuviera sueño.
¿Es una alfombra ahora la forma que todos la pisan mientras ella baila desde su tierra?
Es tal vez una alfombra que ya no vuela. O un simulacro de taparrabos descuidado.
La pisotean cada tanto, se arruga, esgrime una sonrisa. Parece vieja.
Quizas lo sea, y no lo sepa.
La forma se hace vieja, y pas de alfombra aseñora vieja canosa y chiquitita,
que teje en una silla pequeña como ella y sus agujas son sus manos,
y su tejido es ella. Nudo tras nudo,punto tras punto. Se teje la forma, a ella misma.
Ya no está despanzurrada, ahora tiene aspecto ordenado, limpio,
desde que esta en la silla, ya no la pisotean.
"Si decido bajar un escalón más me mato, eso lo sé. Lo que no veo es donde termina la ultima parte de la baranda verde que desciende desde mi mano hasta el final del pasillo ahi, donde se junta la mugre con la oscuridad. Igual no importa porque todavía puedo seguir subiendo, el escalón de arriba lo veo, nítido, espureo, distante pero mío."
miércoles, mayo 18, 2005
De-a-rastros
"...no dejaremos huellas, sólo polvo de estrellas..." Jorge Drexler
Y sin embargo no logro desahacerme de mis trastos, no logro arrojar estas valijas a la calle ni quemar mis libros en mi hoguera personal. Camino apurada, se me corre el rimel y la sombra y el rouge se me pega a los labios de tanto viento sólido y metálico que viene desde la calle norte.Deben haber abierto el acueducto, pienso y me duele un poco la respiración.Deben haber abrierto la llave grande que comunica este basurero con el otro, con el del vecino. Cargo algunas cosas, algunas valijas, balizas, vajillas, montañas de ropa, y pilas de fotografias.Las llevo a contraviento, como se llevan las nostalgias de la vida pasada, de la rutina que ya olvidamos ¿te acordas cuando estabas en el colegio? me pregunto. Al fin doblo la esquina, puedo ver gente que se la llea el viento, debo pñarecer un payaso agrio con toda la cara con el maquillaje yendose para atras, en dirección opuesta a mi movimiento, una pinturita, en viento sólido, que da al tubo, hago fuerza para llegar pporque aca ya no tengo mas vida, me llevo todo puesto, el viento me borra el maquillaje, ya no tengo máscara, soy piel al viento que se hace lluvia y sin embargo no logro dehacerme de mis trastos.Porque acá ya no tengo nada mas que hacer, una vez que atraviese el acueducto estaré a salvo, y tendré vagos recuerdos de quien era yo en aquellos años.
Y sin embargo, no logro deshacerme de un vago recuerdo, de un recorrido, piensa ella, sentada en una plaza en un dia calmo.Cargada de trastos que acaba de tirar a un tacho en su ciudad fresca, porque ya no le siven, porque nada recuerda.No logra deshacerse de sus rastros.
(Lcg 2005)
Amgar faid (o la respiración de la luz)
DIA
Como tropezón, o trompada.Navajazo frío del hueso pálido del hueco.
Dos disparos y una tonada.
Diafragma que respira luz de tu eco.
click-Flash y luego nada.
F
r
a
g
m
a
Nada luego y Flash-Click.
hueco del pálido hueso del frío navajazo.
Tonada, una y disparos, dos.
Trompada o tropezón como.
¿Eco tu? de luz?¿ respira que?
Amgar-Faid
domingo, mayo 15, 2005
Casi en suspenso el hijo del mito descansa. Empanada y vino tinto a medidía, como si tuviera resaca. Se suspende un rato en el aire con sus largas cabelleras blancas de centurias rastas y acertijos devanajaris, o de asceta del espacio cósmico, o gualicho del mediterréno.Lo han venido a buscar y el sabe que le queda poco, que la vida vale poco, que la guerra vale poco, que sus armas valen poco. Sin embargo él despierta lo mismo, sale de su cueva con el sol que le quema los ojos (ya es de noche en su tierra) y se suspende sobre el caballo de multiples colores que lo espera para su recorrido por su pequeño universo. Nunca se había dado cuenta que su caballo volara tan rápido, o se suspendiera en el tiempo de la misma forma que él lo hace. Descansa mientras recorre los espacios de su mundo. Porque sabe que a la noche dormirá.
sábado, mayo 14, 2005
Sereno una vez.
Intacto el cuerpo, los que caminan, los desnudos.
Intacto el semicírculo dorado con alma de febo estival.
Festival de vino agrio, calavera, chaparrón.
Quicio quieto, aquietado, quilombo milongón.
Laberinto Borgiano en el cordón del zapato trunco, nudo gordiano en la alpargata.
Resero caminante de algunas leguas
Oscuro caminante de las muertas lenguas.
Lamento mudo, so, sordo el chubazco y la amapola, tu opio bálsamo, tu hojalata mata.
Da, da.Dada del esperma sólido. Sepultura sin raíces. Arbol de lenguas.Lenga.
Intacto el cuerpo, lo delata.
Intacto el semicírculo dorado con alma de febo estival.
Festival de vino agrio, calavera, chaparrón.
Quicio quieto, aquietado, quilombo milongón.
Laberinto Borgiano en el cordón del zapato trunco, nudo gordiano en la alpargata.
Resero caminante de algunas leguas
Oscuro caminante de las muertas lenguas.
Lamento mudo, so, sordo el chubazco y la amapola, tu opio bálsamo, tu hojalata mata.
Da, da.Dada del esperma sólido. Sepultura sin raíces. Arbol de lenguas.Lenga.
Intacto el cuerpo, lo delata.
Tropiezo....
Una única nostalgia, una única. Aquellos personajes que de apoco desaparecen de las páginas y se suben a las escaleras mecánicas de un subte. Pasajeros.Aquellos que de la noche a la mañana dejan de ser personas y son personajes de un periodico, por la razón que sea, asesinatos, juicios, lo que sea. A veces un escritor empiaza a sentir nostalgia de los personajes de carne y hueso que de apoco se convirtieron en personajes de papel y tinta, y asi como así fueron olvidados. En realidad, esa nostalgia que a veces sienten esos escritores, tambien la sienten los lectores, asiduos y hasta a veces pecaminosos lectores pasionales. La sienten porque quizas hubieran querido escribir cosas sobre esos personajes que un día recorrieron la ciudad con sus dos pies, algún día estudiaron, algún día amaron o cojieron o miraron la tele o trabajaron, o sintieron alguna nostalgia. Esa que es única y esa que se siente al tratar de recordar, sacar del baúl, esta historia que Ernesto Ruiz lee ahora. Que como todo objeto de la nostalgia puede no haber sido verídica.
viernes, mayo 13, 2005
jueves, mayo 12, 2005
Disfraces
Sutil disfraz el de querer,
visible y tácito,
armadura de lata y mata
Sutil disfráz el de querer.
Impecable vestuario hecho de arapos
que descanzan en brazos sin silla
que se sientan en mesas,
que no lustran
Sutíl e intacto el abrazo
la demora, el pudor
la palabra
la tezón
sutil la magia
notable en pedazos
se parte el amor
la instancia
el perdón.
Sutil vestuario de espejos gruesos huecos huesos.
Sutoil aprobación,
distancia y sueño.
Improvisación.
Sutil disfraz,
que te lo quitas soloen recuerdos.
visible y tácito,
armadura de lata y mata
Sutil disfráz el de querer.
Impecable vestuario hecho de arapos
que descanzan en brazos sin silla
que se sientan en mesas,
que no lustran
Sutíl e intacto el abrazo
la demora, el pudor
la palabra
la tezón
sutil la magia
notable en pedazos
se parte el amor
la instancia
el perdón.
Sutil vestuario de espejos gruesos huecos huesos.
Sutoil aprobación,
distancia y sueño.
Improvisación.
Sutil disfraz,
que te lo quitas soloen recuerdos.
Naufragio I
No vale la pena que describa. Que te cuente. Que te haga un detallado inventario de las cosas que tenés el rostro (o tras él) y que me agrandan. No hace falta que te relate los naufraugios como de Simbad cuando sueña que navega, cuando me parece que estoy cerca tuyo. No hace falta que me crea que te lo digo, porque justamente lo que te digo es que no hace falta decirlo. Si falta hiciera, probablemente callara, o le dejaría a la barca la invencion del mar, porque navegar vale la pena justamente cuando tu no lo sabes. Por eso quizás ni hace falta que te cuente de que se trata lo que sin dudas es lo que me hace escribirte esto. Una forma poco elegante para decir que no se que decir, una forma de tangente que es elíptica. Y no es la elipsis literaria la que me persigue ahora, porque de contar algo digo, pero no a vos. Por eso no vale la pena que te cuenta que tu rostro desaparece como un latido, cualquier inventario es ineficaz cuando intente decirte, que no se que decirte. Y como lo único que se me ocurren no pasa de las enumeraciones, las ficciones que se hacen elementos que puedo contar con mis dedos o con los tuyos. Como lo único que se me aparece para decir son cositas puntuales discretas, de tu belleza, me parece que no vale la pena.Quizas porque navegar no es lo mismo que naufragar, o quizas porque como para Simbad navegar es invención de la barca, naveguemos.¿Navegar que? No vale la pena que desciba.
Descanso
Es esa voz ajena la que descansa detrás de él, detrás mío. Voz de niño, de miedo. La que relata la historia, la que llora a veces, la que cuenta las cosas. La que decide que decir y que no, sobre esta y sobre otras historias. Historias de viajes, paisajes que ha visto, sueños que ha tenido, am,ores que ha perdido. Descansa como desacnasa él ahora en si silla, en su cama, en su alfombra, en su almohada, cubierto por las frazasdas que el invierno le obliga a usar y que su madre le compra. Por las noches el niño duerme y sueña, adivina cosas, piensa en mañana, en los juegos que tendrá mañana, en el día de mañana.Sortea la noche, rápido, como si no pasara, y vislumbra en el pasado parte del esceptisismo que lo perseguira cuando crezca, cuando se enamore, cuando pueda amar, cuando pueda hace del amor su amor. Cuando pueda hacer el amor. Por ahora solo piensa en mañana, que no es poco.Como toda adolescencia, dejar de creer es una de las crisis, dejar de creer, enfrentarse a la libertad, en ese barrio, creer era más que confiar, era proyectar. De eso se daría cuenta tarde ese niño, ni cuando le lleguen los aterdeceres a los ojos púberes ni con la urgencia del bello púbico entre las piernas. Se cuenta una tarde, cuando al volver de la escuela descubrío la maravilla, la palabra despojada del gesto el aromadespojado del gusto. La forma despojada del contenido, el accidente sin sustancia. La maravilla.
miércoles, mayo 11, 2005
Algunas de esas ilusiones que de poco iban contagiando al jóven filósofo en el estudio de sus disciplinas, y lo irían inmuscuyendo en las materias mas entretenidas que el podría haber encontrado para comprender su espíritu y el de el resto de sus congéneres, se fueron casi imperceptíblemente convirtiendo en los pequeños argumentos y pequeñas conquistas que harían de ese joven, un joven conquistado por un lenguaje que no era el suyo, hijo de un dialecto que tiempo atrás le resultaría artificioso, en otras personas, ahora se habían apoderado de él, y lo habían transformado en esclavo de su propia forma de decir las cosas. Algunas de esas ilusiones por conquistar la palabra, se habrían transformado en poco tiempo, en lña conquista misma, o quizás en el ser conquistado.
Ahora se me viene a la cabeza una cita de Burguess, que expresa algo así como que, a fin de cuenta son nuestras ilusiones las que nos defraudan. Sinceramente, siempre le creí, ciega u obstusamente a dicha afirmación. Mas bien como verdad biblica, como planteo irrenunciable. Muy de a poco, empiezo a dudar de ella, lo miro a él.LO escucho hablar. Me dudo, y me duele. Y me doy cuenta. TAmpoco estoy excento de esa esclavitud, y mucho menos de la ilusión. Porque aunque tanto la palabra como la ilusión me continúen defraudando, habrá ilusión alguna de conquista, a veces falsa, pero no por eso inútil.
Ahora se me viene a la cabeza una cita de Burguess, que expresa algo así como que, a fin de cuenta son nuestras ilusiones las que nos defraudan. Sinceramente, siempre le creí, ciega u obstusamente a dicha afirmación. Mas bien como verdad biblica, como planteo irrenunciable. Muy de a poco, empiezo a dudar de ella, lo miro a él.LO escucho hablar. Me dudo, y me duele. Y me doy cuenta. TAmpoco estoy excento de esa esclavitud, y mucho menos de la ilusión. Porque aunque tanto la palabra como la ilusión me continúen defraudando, habrá ilusión alguna de conquista, a veces falsa, pero no por eso inútil.
Los Fusiles
Eusebio Campos agarra su fusil, su mauser, su trabuco de maderas oxidadas, se levanta a la hora de la siesta pegajosa en el trópico de su orgullo, y le pega una relojeada al horizonte entre sus hojos, por una ventana. Lo mira por una ventana como si fuera ahora que lo mirara, mientras decide darse vuelta y al girar la cabeza despacio, percatarse que no duerme sólo en su cama, que no sólo su mugre lo acompaña en las cobijas, que el catre no está vacío y que detras de aquellos ropajes, ya gastados de amaneceres mustios, descansa un cuerpo, que por lógica no debería ser el suyo, pero que por la alucinación propia de las horas no llega a adivinarse. Un contorno negruzco, ollín de sombra y penumbra, tizne de ese horno que es el alba, pega contra la pared amarillenta y barrosa. Se pone unos lienzos en las piernas, ya no por el frío sino para no senttir la desnudez, y decide silbar bajito un vals, imitando al pájaro del alba que madruga mas que él y lo madruga en cantos, cuando él ayuna en recuerdos. Se cersiora que es todavía el alba y que no ha llegado la hora de la siesta, deja el arma a un costado, conservando la paz que conservo en todo momento, mira el ropaje que duerme a su lado, el hueco del catre.Y se da cuenta que todavía no amanece, que todavía no se ha quedado sólo. Eusebio Campos agarra su fusil, su mauser, su sol, y lo guarda bajo las sábanas.
sábado, mayo 07, 2005
viernes, mayo 06, 2005
No pretendo escaparme ni de uma cosa ni de la otra. Las únicas dos soluciones que tengo entre manos se orientan en un imán hacia un norte que creo falso, la aguja brújula mansa imanta también el camino y sigo de a pie con un imán entre las manos y miro mis manos y la manta me cubre entre una cornisa, el cielo estrellado, y luego, mucho mas allá la calle.
miércoles, mayo 04, 2005
martes, mayo 03, 2005
siempre tres
Siempre tres histerias, ni una mas ni una menos. Idolatría máxima al número impar, a uno de los tantos infinitos numeros primos. Una, la mas simple, la de creer que todo se puede. que tarde o temprano se hace excusa para no hacer nada. La siguiente, la histeria de darse cuenta que nunca sabemos que es ese todo, esa imagen totalizadora que nunca nos saca del asombro, y nos acoda en su sombra. Creer que todo es posible es casi una histeria antitética, miramos fijo un punto exacto a donde queremos ir, ya sea una isla en un mapa, una linea de colectivo, un número para sumar, y luego admirar que nos perdimos en la mitad de un pensamiento, quizas nos hemos perdido en ese todo, que no logramos imaginar. La tercera de las histerias es darse cuenta, de nuevo que todo es posible,y que somos nosotros los incapaces. Siempre tres.
lunes, mayo 02, 2005
no salto
Siempre una linea, cada día. Una frase distinta, en la rutina distinta.
Una palabra para decir. Más allá de lo que haya para decir, opinar.
Cada día una palabra, las separa una coma enorme. Y nunca las digo.
Es cierto, las pienso pero a la hora de saltar.Pero a la hora de saltar.
Nadie me cuenta que palabra debe ser. Pero a la hora de saltar, una frase distinta.
En el jardín, en la ducha, en el tren, en la vereda. ¿Porque me parece
que a veces no digo lo que quiero decir, pero a la hora de saltar?
Pero a la hora de saltar.
La palabra es la misma.
Una palabra para decir. Más allá de lo que haya para decir, opinar.
Cada día una palabra, las separa una coma enorme. Y nunca las digo.
Es cierto, las pienso pero a la hora de saltar.Pero a la hora de saltar.
Nadie me cuenta que palabra debe ser. Pero a la hora de saltar, una frase distinta.
En el jardín, en la ducha, en el tren, en la vereda. ¿Porque me parece
que a veces no digo lo que quiero decir, pero a la hora de saltar?
Pero a la hora de saltar.
La palabra es la misma.
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