domingo, mayo 15, 2005
Casi en suspenso el hijo del mito descansa. Empanada y vino tinto a medidía, como si tuviera resaca. Se suspende un rato en el aire con sus largas cabelleras blancas de centurias rastas y acertijos devanajaris, o de asceta del espacio cósmico, o gualicho del mediterréno.Lo han venido a buscar y el sabe que le queda poco, que la vida vale poco, que la guerra vale poco, que sus armas valen poco. Sin embargo él despierta lo mismo, sale de su cueva con el sol que le quema los ojos (ya es de noche en su tierra) y se suspende sobre el caballo de multiples colores que lo espera para su recorrido por su pequeño universo. Nunca se había dado cuenta que su caballo volara tan rápido, o se suspendiera en el tiempo de la misma forma que él lo hace. Descansa mientras recorre los espacios de su mundo. Porque sabe que a la noche dormirá.
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