Ficción de a ratos, verdad a medias, un poco retrato y mucha niebla
sábado, agosto 21, 2010
Yunque
Guarda un yunque en las manos y lo revolea. Donde cae, cae. Después mira. Allá afuera quedan huecos en las calles. No le importa. No se caerá en ninguno de ellos.
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