lunes, septiembre 13, 2010

Eco seco

"De un sueño lejano y bello,
soy peregrino"
A. Y., Piedra y camino, canción.

Arroyo seco y revelación. Diáspora de tierra. Pedregullo y ollín. Humo en el horizonte. Una mano inquieta juega en la lejanía, detrás de la mano el cuerpo que la comanda. Corazon de tripa y cancionero de niños. Vislumbramos unas melodías que llegan a nuestros oidos mientras caminamos, cada uno en su sendero mirando que la piedra no se haga camino y que el camino no obstruya el sendero. Nunca volvimos de ese viaje ni conocimos al niño que jugaba con su mano. A ese sendero lo siguieron otros. La tierra se hizo barro hasta que nuestra piel fue parte del paisaje. Ahora somos nosotros los que le silbamos al oído melodías a los viajantes. Los cantares del arroyo no son arrullos. Son ecos secos de los caminos caminados. De las diásporas del viento. Son ecos nuestros, los arroyos

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