domingo, septiembre 19, 2010
Ciudad Desnuda II
Y es impredecible el recorrido que cualquier animal suelto hace para llegar hasta nosotros, desprenderse de sus ropas humanas, hacerse bestia y devorarnos en medio del viaje hacia cualquier otro rincon del tiempo que no sea nuestro. Los viajeros se quedan pensando si podrán o no desnudarse o dejarse desnudar por la ciudad que viene. Esa bestia que les comerá la carne dulcemente cuando se den cuenta, de que han llegado a un nuevo sitio.
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