domingo, septiembre 19, 2010
Ciudad Desnuda I
Los techos de la ciudad que pasó, esa que dejamos hace unas horas atrás en el tiempo, quedaron diminutos barranca abajo en el camino. La carretera era un zigzagueante desliz de velocidad. Y nos preguntamos sin mirarnos, ni mirar aún lo que habíamos dejado, si alguna otra ciudad de nuestro itinerario tendría el mismo aroma a aquella ciudad desnuda.
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