jueves, febrero 16, 2012

Invención I


Una estepa sin soles deshabita los verdes en las lejanias. No hay infinito si ni hay borde en mil y un montañas que cercan el baldìo que poblamos a nuestros pasos.
Rumbeamos serenos la mansa curtiembre de los pies rendidos, atravesamos la abulia, desatornillamos el frio, y nos sentamos con el culo mojado en la piedra vistosa de aristas tenues. Descubrimos uno de tantos cielos. No hemos inventado nada.

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