No conozco su nombre, sin embargo puedo oirla,
ni conozco su risa, aunque percibo su alegría.
Me ato a su fantasía, sin saber de sus fantasmas
no sólo me desazna aquella flor en la vía,
también los pasos que no caminan, la voz que no perfila.
Lo que conozco, parece que no puedo decirlo,
no porque decirlo sea desconocerlo,
ni porque hacerlo en dicho sea perderlo.
Enunciarlo es arriesgarse a que no sea
apostar al error, a la tragedia.
jueves, julio 21, 2005
miércoles, julio 06, 2005
Seducción
Seducir una palabra es casi como seducir una roca. Basta com mirarla un rato desde sus perfiles rocosos y áridos, secos e igneos, parlantes de un pasado metamorfico y erosionado, tallado y deformado. Basta con pasarle la yama de los dedos, percibir su rugosidad, su textura, aprecias uno a uno los minerales, y lois colores. basta con acostumbrarse a saber leer en esa roca la historia del mundo, para darse cuenta, que basta con pronunciar una palabra para seducirla. Es casi, porque una roca no puede ser dicha. La palabra puede ser dicha, entonces es seducida,porque nos hemos apropiado de ella.
domingo, julio 03, 2005
En proceso
Detrás de la lluvia se esconde otra lluvia; detrás de la calma, la otra palma.
No hay proceso infinito ni ajeno
que me sirva desde la ventana que anuncia
para mirar el vidrio y detrás la cama
y en el rincón pequeño que piso mirar el aire
que renuncia a ser respirado y abatido
por el más pequeño de los instantes
de este proceso.
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