Detrás de la lluvia se esconde otra lluvia; detrás de la calma, la otra palma.
No hay proceso infinito ni ajeno
que me sirva desde la ventana que anuncia
para mirar el vidrio y detrás la cama
y en el rincón pequeño que piso mirar el aire
que renuncia a ser respirado y abatido
por el más pequeño de los instantes
de este proceso.
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