Un guiño de ojo,
una mueca de boca,
una gesticulación con los brazos.
Una palabra de aliento,
una palmada en la espalda
una sonrisa en los párpados.
Una frase que trajo un viento.
Un perfume que nadó en los mares-
Una textura que camina lento.
Un sobre sin nombre,
una abeja sin rumbo
un desierto sin norte.
Una manera de ser,
un despedir lo que ha venido,
una tragedia instantánea.
Un par de anteojos de sol,
una brújula de dos puntos,
y un sabor a inocencia,
que se vuelve misterio,
cardinal.
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