miércoles, abril 23, 2014

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Hay un olor a tiempo perdido,
un aroma a distancia  que no explota
una caricia que brota por el suelo y se hace hoja verde cerca.

Por las paredes de este tiempo no crece el verdín soleado ni la sombra marchita.
Por las veredas no pasan los pasos de nadie,
y no hablo de silencio.
No hablo de vacío.
Digo que ese olor a óxido del olvido puede parecernos viejo.

Pero es la calle que viene la que huele a nadie.
Porque no hay casa inhabitable, ni habitante de los techos de la vida
que no pueda escaparse del aroma a la herida.

Hay un olor a tiempo perdido,
lo repito,
porque lo que se huele por las ansias
se escupe por el tiempo.
Hay un olor a tiempo muerto:

hoy viene a buscarnos la ausencia,
con su fragancia a deseo roto.

viernes, abril 04, 2014

Justo

Justo el olvido que necesito,
la osadìa que desvivo,
el deseo que despierto.
Justo el anhelo,
la mano desplegada en un cielo.
Justo lo que viene,
lo que se parece a lo que ha sido.
Justo lo que tiene que ser y que no ha visto la hora.

Justo el silencio,
justo las risas
y esa endemoniada manera de saber que
hoy es la excusa para que la felicidad
se haga mañana.
Justo hoy
la noche se acaba.