Nadie puede saber lo que hay detrás de nadie,
somos palabras que escondemos actos,
actos que buscan cómplices
y entre la palabra herida
y la palabra sanada,
aparece la palabra que nos ilumina un rato.
Creemos en palabras hechas y deshechas.
Creemos en actos rectos y directos.
Creemos que podemos saber que hay detrás de cada cosa, de cada alguien.
Pero no podemos pronunciar nuestro nombre
sin herir con el acto
de ser nosotros
los mismos
que no podemos sabernos.
¿Alguien sabe?
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