domingo, septiembre 23, 2012

Entrevientres



Es un vientre
que de dientes
tiene las puertas anchas.

Es la casa muerta
que se sienta destetada.

No razona los odios
como se piensan los temores.

Es una panza que asfixia,
y es el techo que te tapa
de carne con una sola palabra.

O es la cara que tiene el olvido antes de que te vayas,
Porque no tengo dos odios iguales a tus palabras

O es la brújula que te dice que el enojo no sale nunca,
por donde ya se ha ido.

Esa

La vida que elijo, la que me viene a buscar, la que hurga en mis zapatos por saber por donde he caminado, esa, esa que está a dos minutos de realizarse y después se desparrama como loca por todos lados, esa, la que quiere que la persiga y le pregunte dónde fue que he perdido el destino, o donde estuvo parado el silencio cuando hubo que hablar y decir en voz alta que la vida que elijo, esa, la que me viene a seguir como una sombra, la que sostiene las miradas que he visitado, la que cree que ser vista es estar con los ojos puestos en un espejo, esa, la vida  que elijo, la que viene a decirme que un día tal vez ya no haya ni esto, ni aquello, ni nada mas que decir: porque ya  he dicho todo lo que la vida que elijo quiere escuchar.