Hace un rato que mira una y otra vez a los dos lados de la calle esperando cruzar de una vez para llegar rápido a la otra esquina y de ahi a su casa a encontrarse con todo lo que la espera en su lugar. Los mismos libros arrinconados en la misma biblioteca con los mismos cuadros colgando en la pared que deja ver la ventana que mira al techo de lo de la vecina que la saluda cuando entra haciendo ruido con los zapatos porque esta apurada por llegar rapido para prender la radio lo antes posible para escuchar el mismo programa de la tarde mientras el vecino de arriba se queja del volumen y le pega un grito golpeando el piso y la despierta de su duermevela en el mismo sillon de siempre, contra la pared, recubierto de almohadones, junto a la puerta. No cruza. No pasan autos, ni bicis, ni nada a motor. Sin embargo, no cruza. No llega ni a la esquina ni a la puerta, ni al sillon ni a la radio, ni busca libros en su biblioteca ni mira por la ventana ni se refugia en las cuatro paredes con cuadros. Quizas si cruzar no significara estar siempre en el mismo lugar, hubiera cruzado. A veces prefiere pensar que quedarse inmovil es una de las tantas maneras de no ceder a la rutina.
LCG.9-X-2007
2 comentarios:
Efectivamente no es la única, todos vamos construyendo nuestras rutinas. Pero al parecer también es su pesar.
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¡Esa vista es desde el Castellani! Seguro.
Te escribe tu amiga mexicana que conociste allá.
Un gran abrazo y disculpa la tardanza en reestablecer la comunicación.
Alejandra L.
Hola alejandra ¿como andas?
como va todo por DF? estuviste en Barcelona al final?
Promero que nada gracias por pasar, por leer y por comentar.
La vista de la foto no es del castellani, sino desde cerquita, la tome subiendo a la fortaleza por el sendero peatonal, que rodea las plazas, y las upulas son de la plaza...
bueno estamos hablando!
realmente es una grata sorpresa que me hayas escrito
un abrazo
Arrabal.
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